lunes, 7 de septiembre de 2015

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Llevan miles de acarreados a cumpleaños del tec.

Reparten cupcakes, traen mariachi, y todos ignoramos nuestros problemas. 


El día de hoy los alumnos fueron sorprendidos por la llegada de cientos de camiones trayendo acarreados de los puntos más recónditos del país, para que hicieran bulla en el cumpleaños número setenta y dos del Tecnológico de Monterrey.

Alexander Jimmys, nuevo director del área de celebraciones y pedas en general del campus, se encargó de que cada quién tuviera su torta y su cupcake, además de dar, como siempre, un emotivo pero incrementalmente aburrido discurso.

“A wevo, setenta y dos!” dijo emocionadísimo frente al micrófono mientras devoraba sanguinariamente un cupcake. “Mariachiiiiiiiis!!!!” concluyó cayéndose del escenario.
Bros con gorrita pasándosela bomba. 


La parte alta de la tarde se dio cuando sacaron la piñata con forma del rector de rectores, Garzón Garza García, a quien todos le pegaron con mucho ahínco antes de darse cuenta que la piñata estaba vacía.

“DA a todos,” se le escuchó decir silenciosamente cuando le reclamaron sobre la falta de dulces. “Les voy a poner un pinshi DA a todos.”

Al ritmo de la canción esa que tocaron cuando anunciaron el nuevo logo del tec, los mariachis pusieron a todos los presentes a disfrutar irónicamente del festejo. Luego el mariachi loco, y terminaron con “Mujeres divinas” (Sólo les pagaron tres canciones) la cual el buen Jimmys, ya con unas copas encima, cantó a viva voz para el deleite y decepción de los directivos del campus.
Alumnos huyen de la incomodidad de que ya no hay comida gratis. 


“Si, osea, como que equis no?”, nos compartió amistosamente una alumna presente, resumiendo en pocas palabras el sentir del alumnado.

“Pues ahora sí les quedaron chidos los cupcakes” fue lo más emocionante que emanó de su boca. La neta concordamos con ella. Nos comimos diez.

Los pocos miembros que no han corrido del grupo AQSQ (Alumnos Que Se Quejan) ya están llamando al evento “El Cupcakegate” y alegan que es una forma de desviar la atención de los problemas reales del campus con comida gratis.

Mientras tanto, el estacionamiento no crece, los borregos perdieron y la sombra del eventual antidoping se cierne sobre los estudiantes como cuando te toca quiz y no estudiaste.