De acuerdo a estudios realizados el semestre pasado por el profesor Álvaro Chávez, funcionario del área de inventario y almacén del campus, se registran al semestre 5 perros que ingresan a las instalaciones de forma ilícita, no presentan credencial ni se anotan en la caseta de vigilancia.
El profesor Chávez declaro que la cifra es baja comparada al número de perros que existen en la zona de San Antonio Buenavista. Sin embargo, el profesor cuestionó qué es lo que sucede con estos perros una vez que están adentro del campus, ya que al cabo de unos cuantos días, desaparecen de las instalaciones.
Revisando el material registrado por las cámaras de seguridad del campus en el semestre agosto-diciembre 2013, se observó que estos perros eran raptados a altas horas de la noche, principalmente en el área de fumadores, la explanada y el lago de arquitectura. Desafortunadamente, debido a la hora de registro de este material, no se puede observar con claridad quién es el responsable del rapto de perros descontrolado.
Una fuente anónima se acercó al equipo de La Oveja Turquesa para declararnos que él sabía lo que ocurría:
Oveja Turquesa: ¿Cuántas personas están involucradas en el rapto de perros?
Anónimo: Alrededor de 10 personas, de distintos cargos, edades y programa académico.
OT: ¿Podrías decirnos más sobre los involucrados?
A: Solo puedo decir que participan desde directivos hasta alumnos, pasando por administrativos y cuerpo de seguridad, incluso creí notar a uno de los baristas de Starbucks, era el más insistente en ponerle nombre a los perros.
OT: ¿Qué es lo que hacen con los perros?
Anónimo: Los ponen a pelear y apuestan. Se reúnen en una locación secreta en las afueras del campus. También circula alcohol en la mayoría de las ocasiones, lo cual desemboca en escuchar y bailar la canción “Who let the dogs out” frenéticamente, una y otra vez.
OT: ¿Qué es lo que apuestan estas personas?
A: Todo tipo de objetos: van desde iPhones, iPads, iPods, MacBooks, Macbooks Pro, MacBooks Pro con retina display, credenciales, dinero, y algunas veces agendas con Graneodin y Sal de uvas. La última vez se apostaron calificaciones y faltas entre un profesor y un alumno. El alumno ganó apostándole a un perro llamado “Serafín”. Era el más flaco, pero el más bravo.
La Oveja Turquesa se compromete a mantener a la comunidad estudiantil al tanto de este terrible suceso. Y recomendamos no traer perros y gatos al campus hasta nuevo aviso.
