martes, 22 de noviembre de 2016

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Joven cambia el rumbo del Tec con una honesta ECOA

Haciendo uso de su poder como alumno del campus, José Toño "El Pepitoño" Mancera entregó su ECOA e inmediatamente sintió que estaba haciendo las cosas bien.

LISTO PAPIRREY

“Creo que algunos de mis profesores pudieron haber puesto más atención a su forma de evaluar, así que les puse una calificación menor en las ECOAS y unos comentarios al final que reflejaran mi sentir,” nos compartió el Alumno quien definitivamente existe y quien no es realmente una idealización de cómo debería funcionar el sistema de las ECOAS. “Yo opino que si algo está mal, es mi responsabilidad hacérselo saber con las herramientas que me da el sistema para expresar mi opinión.”

Así, Pepitoño surcó los mares de la Encuesta de Opinión de Alumnos como un experimentado surfista en la última ola del verano, poniendo justas calificaciones en la pregunta sobre si el profesor que le bajó calificación por usar Wikipedia en su ensayo usaba o no las tecnologías de la información en su clase.

“Uno de mis profes llegó tarde a todas sus clases este semestre, y eso es poco profesional,” dijo mientras le ponía una baja calificación en la pregunta sobre puntualidad. “Normalmente me toma media hora contestar la ECOA. Me la tomo muy enserio.”

Quién no, Pepitoño?

Alumnos alrededor reportaron sentir vientos de cambio y satisfacción desde que mandaron su ECOA. El gimnasio de pesas se amplió, los borregos ganaron la final y los directivos dejaban sus puestos para ocupar puestos más importantes, y no porque los hubieran agarrado robando dinero.


Al cierre de ésta edición, miles de alumnos ya habían completado sus ECOAS por su propia voluntad, y no porque su director de carrera los estuviera jode y jode de que expresaran su opinión acerca del sistema educativo al que, o le pagan miles de pesos al semestre, o le pagarán la mitad de su sueldo una vez que salgan.