Alumnos y docentes pelean contra las inclemencias del clima.
Por Valentina Machin
El día de ayer se presenció cerca del
campus lo más cercano a un bebé tsunami que el alumnado ha visto. Se vio tal
intensidad en el estrés grupal que los presentes empezaron a azotar el oxxo en
busca de provisiones de supervivencia; antes de acordarse de que no vendían
cheves en ese oxxo.
Los alumnos del campus actuaron tan rápido
como cuando hay 2x1 en el TKI. Se formaron grupos de rescate destinados a
cruzar alumnos de la caseta del gimnasio a la banquetita del estacionamiento en
balsas improvisadas de botellas de PET. Otros se dieron a la tarea de
recolectar colchas y alimentos no perecederos para los atrapados en el
laboratorio de electrónica. Incluso se formó rápidamente un grupo estudiantil,
“Los Noés”, destinado a construir un arca.
El presidente del muy reciente grupo
estudiantil, Pedro “El aguado” Rios, accedió a una entrevista con el reportero
de campo de OVT:
“No pues sentimos que nuestro grupo
estudiantil necesita mucho apoyo, estuvimos hoy vendiendo tacos en el fumer
pero nadie quiso ir.”
(Porque
estaba lloviendo)
Adicionalmente, varios alumnos reportaron
que la lluvia se extendió a la parte de adentro del edificio de profesional.
Nos encontramos a Alexander Pimienta, arquitecto de cabecera de la OVT, quien
comentó acerca de las fallas del techo en el edificio de profesional.
“Me estoy mojando.”
Hubo
carros parados que pensaron que podrían atravesar sin percance, sólo para
descubrir que se quedarían ahí por siempre, a las primeras horas del día de
hoy, cuando el sol secó el agua en los baches de nuestras calles, aún había
personas durmiendo en su carro esperando a ser rescatados.
La lluvia se extendió a casi tres horas,
inundando los alrededores de nuestra preciada escuela, de Toluca, del Valle de
México y del mundo.