viernes, 18 de septiembre de 2015

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Enfrentan la furia de Tláloc.

Alumnos y docentes pelean contra las inclemencias del clima.

Por Valentina Machin

El día de ayer se presenció cerca del campus lo más cercano a un bebé tsunami que el alumnado ha visto. Se vio tal intensidad en el estrés grupal que los presentes empezaron a azotar el oxxo en busca de provisiones de supervivencia; antes de acordarse de que no vendían cheves en ese oxxo.

Los alumnos del campus actuaron tan rápido como cuando hay 2x1 en el TKI. Se formaron grupos de rescate destinados a cruzar alumnos de la caseta del gimnasio a la banquetita del estacionamiento en balsas improvisadas de botellas de PET. Otros se dieron a la tarea de recolectar colchas y alimentos no perecederos para los atrapados en el laboratorio de electrónica. Incluso se formó rápidamente un grupo estudiantil, “Los Noés”, destinado a construir un arca.

El presidente del muy reciente grupo estudiantil, Pedro “El aguado” Rios, accedió a una entrevista con el reportero de campo de OVT:
 “No pues sentimos que nuestro grupo estudiantil necesita mucho apoyo, estuvimos hoy vendiendo tacos en el fumer pero nadie quiso ir.”

 (Porque estaba lloviendo)

Tampoco tomamos foto. Aquí una del día siguiente. 

Adicionalmente, varios alumnos reportaron que la lluvia se extendió a la parte de adentro del edificio de profesional. Nos encontramos a Alexander Pimienta, arquitecto de cabecera de la OVT, quien comentó acerca de las fallas del techo en el edificio de profesional.
“Me estoy mojando.”

 Hubo carros parados que pensaron que podrían atravesar sin percance, sólo para descubrir que se quedarían ahí por siempre, a las primeras horas del día de hoy, cuando el sol secó el agua en los baches de nuestras calles, aún había personas durmiendo en su carro esperando a ser rescatados.


La lluvia se extendió a casi tres horas, inundando los alrededores de nuestra preciada escuela, de Toluca, del Valle de México y del mundo.